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Hay que romper con la esclavitud

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El titular que encabeza esta nueva entrada de nuestro blog no es una exageración. La Fundación Desarrollo Sostenible, que es una entidad no lucrativa creada en el 2008 y que apuesta por un modelo de desarrollo económico ambientalmente más sostenible y socialmente más justo, afirma por ejemplo que en la situación actual de España en la que no existe el balance neto, el autoconsumo está penalizado, las energías renovables, abandonadas, y donde el recibo de la luz se encarece constantemente es necesario dotar a la sociedad de herramientas que permitan salir de la actual situación de esclavitud energética en la que gobierno y grandes compañías eléctricas nos quieren situar. O de lo contrario se producirá un empobrecimiento generalizado entre la población.

Un dato para tener en cuenta. En 2012, las importaciones netas de petróleo, gas y carbón costaron más de 45.500 millones de € mientras las primas de las renovables fueron 6.107 millones de €. Las importaciones energéticas costaron a cada ciudadano 7,5 veces más que las renovables. Y, sin embargo, vivimos en el país de la gran contradicción, donde desde las instancias de poder se reitera la falsedad de lo caras que son las renovables.

No hay otro camino posible para romper con las dependencias y dar un salto hacia una nueva sociedad en la que las ataduras a los intereses de las grandes compañías formen parte de ese pasado que ya no es democrático.

Con todo, las medidas adoptadas hasta el momento por lo que respecta a la reforma eléctrica caminan hacia un recorte a la retribución de las renovables para expulsarlas del mercado con carácter retroactivo y así reducir su producción; una subida automática de peajes, incrementando el término de potencia, para expulsar del mercado el ahorro de energía y el autoconsumo, garantizando con los peajes la financiación del 75% de los costes del sistema; y no tocar el método de conformación de precios de la electricidad para que el gas y el carbón, como fuentes más caras, sigan fijando el precio de la luz.

El resultado de todo este dibujo es un modelo energético que incentiva el consumo penalizando el ahorro e impulsa la dependencia energética en detrimento de las energías renovables. Asegurar de esta manera los ingresos del sistema eléctrico supone un grave perjuicio para todos los sectores de la economía y para los consumidores que serán penalizados con una facturación incomprensible

Como mínimo nos queda reflexionar y mantener una actitud crítica para tomar conciencia de esa esclavitud, levantar la voz y romper las cadenas.

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